Comunicado de prensa

La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, ha anunciado hoy que Christopher Ransom, de 30 años, se ha declarado culpable de homicidio agravado por la muerte en febrero de 2019 del detective de la Policía de Nueva York Brian Simonsen. El acusado también se ha declarado culpable de robo por el atraco a la tienda de teléfonos móviles que llevó a la policía al local de Richmond Hill y que culminó con múltiples disparos.

El fiscal Katz dijo: «El acusado puso en marcha una terrible cadena de acontecimientos que comenzó con un robo y terminó con una lluvia de balas cuando Ransom apuntó lo que parecía ser un arma de fuego mortal hacia los agentes de policía. En repetidas ocasiones se dijo al acusado que bajara el arma, pero no lo hizo. El desgarrador resultado fue la pérdida de la vida del detective Simonsen y el disparo en la pierna del sargento Matthew Gorman. Expresamos una vez más nuestras condolencias a la familia del detective Simonsen y esperamos que el día de hoy les traiga un poco de paz».

Ransom, ex vecino de St. John’s Place, en Brooklyn, se declaró hoy culpable de homicidio con agravantes en segundo grado y robo en primer grado ante el juez Kenneth Holder, del Tribunal Supremo de Queens. También se declaró culpable de robo en segundo grado por un robo separado el 8 de febrero de 2019. Sobre la base de la declaración negociada, se espera que el juez Holder condene a Ransom a un total de 33 años de prisión, seguidos de cinco años de supervisión posterior a la puesta en libertad, en la sentencia que se dictará el 17 de noviembre de 2021.

Según los registros de la Corte, el 12 de febrero de 2019, Ransom y un coacusado llegaron a la tienda T-Mobile en la calle 120 en Richmond Hill, Queens, poco después de las 6 p.m. Ransom entró en el negocio blandiendo una pistola negra. Ordenó a los dos empleados que estaban dentro que entregaran el dinero en efectivo y la mercancía de la trastienda de la tienda. Ransom seguía dentro del local cuando los agentes de policía acudieron al lugar. Apuntó con la pistola -que parecía real- a los policías, que dispararon sus armas en respuesta.

El detective Brian Simonsen, veterano de 19 años de la policía de Nueva York, recibió un disparo mortal en el torso. Tenía 42 años. El sargento Matthew Gorman resultó gravemente herido con una herida de bala en la pierna izquierda.

El fiscal adjunto Shawn Clark, jefe de la Oficina de Delitos Graves de la Fiscalía, llevó el caso bajo la supervisión del fiscal adjunto ejecutivo de Delitos Graves Daniel A. Saunders.