Comunicado de prensa

La fiscal del distrito de Queens, Melinda Katz, ha anunciado hoy que Hopeton Prendergast, de 66 años, ha sido condenado en juicio por asesinato y otros delitos. El acusado -que era un inquilino que estaba siendo desalojado de una residencia compartida en la calle ²²⁰ de Queens Village- apuñaló mortalmente hasta la muerte al hijo de 23 años del dueño de la propiedad en septiembre de 2019.

El fiscal Katz declaró: «La noche anterior a su comparecencia ante el tribunal para responder a una citación relacionada con su vivienda, el acusado se enzarzó en una discusión con la víctima que acabó en un derramamiento de sangre. La violencia nunca es la forma de resolver una disputa. Un jurado sopesó todas las pruebas en el juicio y declaró culpable al acusado».

Tras un juicio de casi dos semanas, un jurado declaró ayer a Prendergast culpable de asesinato en segundo grado y posesión criminal de un arma en tercer grado. El juez del Tribunal Supremo de Queens Kenneth Holder, que presidió el juicio, fijó la sentencia para el 2 de mayo de 2022. En ese momento, Prendergast se enfrenta a entre 25 años y cadena perpetua.

Según el testimonio del juicio, aproximadamente a las 17:00 horas del 29 de septiembre de 2019, el acusado y la víctima Duwayne Campbell discutieron en la residencia que compartían en la calle ²²⁰ de Queens Village, Queens. La discusión fue a más cuando el acusado, que estaba siendo desahuciado de la vivienda por la madre de la víctima, cogió un cuchillo de grandes dimensiones y apuñaló repetidamente al joven de 23 años.

A continuación, según las actas del juicio, el acusado persiguió a la víctima hasta el exterior mientras le apuntaba y agitaba de nuevo el cuchillo. La víctima saltó por encima de una barandilla para escapar del acusado y corrió de nuevo a la casa y al piso de arriba, donde su hermana de 16 años intentó prestarle ayuda. La víctima sufrió una puñalada mortal en el abdomen que le perforó el hígado, el diafragma y el corazón, así como otras dos heridas en el costado izquierdo.

El acusado huyó del lugar y fue encontrado casi tres semanas después, escondido en un edificio en construcción.

La fiscal adjunta Tara A. DiGregorio, subjefa adjunta de la Oficina de Trata de Personas de la Fiscalía y anteriormente de la Oficina de Homicidios, procesó el caso con la ayuda del fiscal adjunto Kiran Cheema, también de la Oficina de Trata de Personas, bajo la supervisión de los fiscales adjuntos Peter J. McCormack III y John Kosinski, subjefes principales de la Oficina de Homicidios, Karen Ross, subjefa de la Oficina, y bajo la supervisión general del fiscal adjunto ejecutivo de Delitos Graves Daniel A. Saunders.